28/9/09

Resonancias en el Tiempo



La tierra que yo añoro tiene sabor a chinola, olor a salitre, a vestigios de descontrol y a noches pletóricas. La tierra que yo añoro plasma en el alma sentimientos de ternura y pasión. Tiene un suave tacto a ramajes de cocotero, a arena fina, a espuma blanca y a abrazos cálidos, de esos que nunca se olvidan, de esos que erizan la piel, milímetro a milímetro. Por eso siempre vuelvo.
Después de un largo viaje, retornaron a mis pensamientos sentimientos añorados, a viejas conversaciones y a multitud de sentimientos que siempre guardé, aunque sin saberlo, bajo algún pliegue de mi piel.
Estaba de regreso en la tierra prometida. Parecía que volvía a encontrarme con el tiempo. Tiempo que para mí había pasado muy rápido, del que casi no me percaté.
Entre música de bachata y merengue y paisajes contaminados de buenos recuerdos, volví a recorrer esos lugares escondidos en mis pensamientos y petrificados por el tiempo, siempre buscando el punto donde los había dejado.
Todo se fue recubriendo con la fuerza de la intensidad y fueron pasando los días. Esos días que vuelven a formar historias y que vuelven a alojarse en los rincones más insospechados de nuestra mente, que forman parte, sin saberlo, de nosotros mismos. Porque sabes que de aquél paradisíaco lugar algo te pertenece ya que, aunque efímeramente, has formado parte de su historia. Pero aquellos rostros lejanos, anclados en tus sentimientos, no vuelven a tener más momentos. Quedaron también petrificados en el tiempo, como quedaron en tu piel. Y, sin ser una sensación angustiosa, te sientes algo extraña.
Por eso exprimí los momentos, entregando susurros y dulces promesas de futuros encuentros.
No aparto de mi pensamiento al niñito de unos 5 años, abandonado en la playa a las dos de la madrugada, sin calor humano y cómo sin pensarlo, se entregó a unos brazos que no eran los de su madre, pero sí la que podía sustituirla. Sólo buscaba unos brazos que lo acunaran, sólo mendigaba amor, nada más. Y esa viejecita que, ajena a miradas furtivas y abandonada a un banco que, a bien seguro, sería su única morada, parecía que no tenía fuerzas ni para abrir los ojos. Visiones del mundo que se clavan en nuestras pupilas perennemente.
Al final de los días y, de regreso, con un cargamento de inmensa felicidad a cuestas, comienzo a digerir lo vivido y me invade la certeza de seguros reencuentros. Quizás mis ojos no contemplarán el mismo rostro, pero sí otro con parecidos rasgos, con su misma candidez y su misma sonrisa. Porque el cariño de esas gentes es incondicional a todo, incluso al tiempo, a la lejanía y hasta a mi propia ausencia.
Se acabaron los días y ahora, con la nostalgia del regreso abrazada a mi cuerpo, comienzo a añorar mis vivencias y me invaden susurros de ternura alojados en mi alma, yo diría que inmortales. Tanto agradezco a la vida poder haber vivido esos momentos, que no encuentro palabras suficientemente elocuentes para poder expresar el contenido que traigo en mi maleta, repleta de gentes, de sentimientos, de felicidad, de amor, de chinolas y hasta de cacao.
Comienzo a abrazar la nostalgia, para poder aprender a vivir con sensaciones inconclusas y palabras empezadas, pero nunca del todo dichas. Tampoco es necesario decirlas, todo tiene su momento, porque como no nacen en mí, no me pertenecen. Son prestadas. Son sólo resonancias en el tiempo.

26 comentarios:

El Vocero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Vocero dijo...

Muy buena entrada Marea. A mi siempre me da un poco de miedo "volver al pasado". A veces prefiero guardar ciertas caras y sensaciones como recuerdos para no correr el reisgo de decepcionarme.

Un fuerte abrazo. Al fin de vuelta de nuevo!

Beso

(en el comentario anterior me salió tu nombre recortado jaja)

marea dijo...

Gracias Vocero. Qué felicidad tan inmensa "llegar a casa" y volver a leer letras amigas.
Un beso oceánico

Ramón María dijo...

Lo poco que he viajado siempre me quedaba una sensación de perdida a mi marcha.

También el grato recuerdo de lo conocido, gentes realmente especiales....Tantas y tantas gentes.


Muxus amiga

Anónimo dijo...

Somos prisioneros del tiempo, de la nostalgia y de las heridas viejas, que aunque cicatrizan duelen en los recuerdos. Los remenbramos inconscientes, pues como leí una vez, aunque el paisaje sea el mismo una mirada nunca se repite. Es la maldición de la belleza, de los sentimientos más íntimos que abrigamos.

marea dijo...

Montxu:
Parece que cuando viajamos tenemos un sexto sentido para detectar gentes especiales, o al menos estamos más predispuestos y además, el tiempo juega a nuestro fafor.
Muxus o petonets

Angus:
Prisioneros de la belleza, del tiempo, del amor, prisioneros al fin, de todo aquello que nos apasiona.
Gracias por tu cálida visita.
Un fuerte abrazo.

El punto alpha dijo...

Gracias marea, tu comentario me aclaró un cielo gris.

me encantó texto y tu sensibilidad para percibir lo más sublime de la raza humana, la solidaridad, la humildad y la simplicidad.

un beso!

A.C. dijo...

Una vez escuché a alguien decir que uno no debe volver nunca al lugar en donde fue feliz. La verdad es que estoy en desacuerdo... al contrario, hay que volver a recoger esos buenos recuerdos y tratar de duplicarlos.
Gracias por tu visita... la aprecio, me gustan tus palabras. Seguimos en contacto.

anaconstela dijo...

MAREA!
Qué gusto estés de regreso; he leído detenidamente tu emotiva narración y concluyo con la firmeza que, la tierra que nos pare la llevamos adherida y no hay distancia que separe las resonancias, compañeras éstas, de nuestra travesía...
Un abrazo!

aapayés dijo...

Un gusto pasar por tu blog.. me na gustado.. te sigo para poder leerte con mas frecuencia..

Un abrazo con mis
Saludos fraternos de siempre..


Que tengas un buen fin de semana...

La sonrisa de Hiperion dijo...

Encantador blog el tuyo. Un placer haber pasado por aquí.

saludos!

Naiba dijo...

Hola Marea

Gracias por tu visita y sobre todo por tus palabras, pues han sido suficiente para dejar la huella necesaria para hacerme llegar a estos mares.

Son tantas las cosas que añoramos que ya no se si es mejor vivir en un sueño o seguir sufriendo en la cruel realidad.

Reina te sigo para no perderte la huella.

Besitos y feliz fin de semana

FABIA dijo...

Hola Marea, el recuerdo de un bonito viaje a veces ayuda a seguir el viaje de lo cotidiano, cuando la rutina nos vence, ahi está la memoria para volver.
Besos.

TORO SALVAJE dijo...

Vaya, parece que te ha impactado esa experiencia.
Y de forma positiva.
Eso está bien verdad?
Atesóralo en tu memoria.

Saludos.

Anónimo dijo...

Una que pasaba por aquí y que se ha parado tranquilamente a leerte. Me ha gustado tu blog, sobre todo, porque abogas a la libertad de expresión.

Respecto a la foto que has elegido me he quedado prendada de esos enormes y preciosos ojos, cuanta serenidad, al menos, eso es lo que me transmite.

Un saludo

Ely dijo...

Me encanto... Y yo que pensaba que los espanioles eran racistas, pero bue.
Un beso

A.C. dijo...

Por eso dicen que uno no debe volver adonde fue feliz.
De todas formas, es bastante cobarde pensar asi, no?
Gracias por tu última visita, saludos!

MRB dijo...

Tu entrada es bella, porque carga la sensibilidad de un ser amoroso. Tu expresión es díafana y sincera. Me gustó mucho.

Abrazos desde Guatemala.

mujeresdesincuentay dijo...

Un gusto haber pasado por aqeì , seguirè de cerca tus pasitos , me parecen muy buenos tus relatos.
Saludito
Cris / mujeresdesincuentay

Ely dijo...

OOOOOOOOOOOOOO... Que lindo post,
me gusto mucho.
Besos

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazon
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG
ENTRE DOS MARES



CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesia ...


AFECTUOSAMENTE
ENTRE DOS MARES



jose
ramon...

Anónimo dijo...

Hola marea, un placer auténtico asomarme a un universo tan rico y a la vez tan auténtico y simple como es este blog. Con tu permiso, abriré las ventanas...

mar dijo...

Hola, buenos días, mi niña marea.

Estoy muy perdida, lo sé, pero no quiero dejar de pasar a dejarte mi cariño.

Me pierde visitarte, lo sabes verdad?

No te olvido,cariño, yo también espero que todo te vaya y estés bien.


Besos y más besos.

Eterna dijo...

son sólo resonancias en el tiempo... son prestadas.

gracias por compartir gran tiempo Marea !!

CAMINANTE dijo...

que fuerte, que profundo, he caido rendida a tus letras.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Tel leo y es como estar parada en esa playa lejana...viendo los rostros que has visto...expermentando esa sensación extraña que vio nacer a tus suspiros...que lindas palabras...me encanta soñar y saber que hay tanto por descubir en el mundo!!...en las miradas de niños...en las naturaleza...en nuestro propio intnerior.

Gracias por dejar huella en las orillas de mi mundo aparte, donde seguiras siendo bienvenida cuando quieras regresar...Que tengas una linda semana y nos vemos pronto.Un fuerte abrazo.